El diseño de la red de tuberías debe basarse en el diagrama hidráulico del sistema, considerando de manera integral todos los componentes hidráulicos, racores, bridas y conexiones necesarias.
Las tuberías deben disponerse de forma ordenada, alineada y con niveles bien definidos.
Se recomienda mantener una disposición horizontal o vertical siempre que sea posible.
La desalineación máxima en las tuberías horizontales no debe superar 2/1000, y la no verticalidad en tuberías verticales no debe exceder 2/400, verificándose mediante nivel de burbuja o nivel digital.
Entre sistemas de tuberías paralelos o cruzados, debe mantenerse una separación mínima de 10 mm.
La configuración de las tuberías debe facilitar el montaje, desmontaje y mantenimiento de todos los componentes hidráulicos y accesorios.
Cada tramo del sistema debe poder desmontarse de manera independiente, sin interferir con otros elementos.
Durante la instalación debe considerarse la rigidez estructural y la resistencia a la vibración de las líneas.
Se deben instalar soportes y abrazaderas adecuadas, especialmente cerca de los puntos de curvatura.
Las tuberías no deben soldarse directamente a los soportes o abrazaderas.
El peso de las tuberías no debe ser soportado por las válvulas, bombas u otros componentes hidráulicos, ni tampoco deben las tuberías soportar el peso de componentes pesados.
Deben implementarse medidas efectivas para evitar tensiones derivadas de la expansión o contracción térmica de las tuberías.
Todas las tuberías deben cortarse mediante procesos mecánicos.
Los extremos de corte deben ser planos, perpendiculares al eje del tubo, y estar libres de rebabas, óxido o escoria.
Cuando una línea esté compuesta por varios tramos, estos deben ensamblarse en orden secuencial.
Cada tramo debe completarse antes de instalar el siguiente, para evitar acumulaciones de error que impidan el montaje final.
Para minimizar las pérdidas locales de presión, deben evitarse expansiones, contracciones o curvaturas bruscas en los extremos o codos del sistema.
Los tubos que se conecten a racores o bridas deben ser tramos rectos, con una longitud mínima igual a dos veces el diámetro exterior del tubo.
Las mangueras deben utilizarse principalmente en los siguientes casos:
Entre componentes móviles del equipo.
En puntos que faciliten el reemplazo de piezas.
En zonas que requieran aislar vibraciones o ruidos.
Durante la instalación, debe evitarse que las mangueras sufran esfuerzos adicionales, torsión, curvaturas excesivas o fricción.
Antes de instalarse, tanto las mangueras como sus conectores deben limpiarse internamente para eliminar cualquier impureza.
Las tuberías rígidas deben limpiarse completamente antes de su instalación.
Las tuberías soldadas deben someterse a decapado (limpieza ácida) y luego a un enjuague.
Las no soldadas pueden limpiarse directamente mediante enjuague o purga con fluido limpio.
El tendido de las tuberías no debe interferir con el funcionamiento de la máquina principal y debe ser seguro, confiable y de fácil acceso para inspección y mantenimiento.
Las tuberías deben estar alineadas horizontal y verticalmente, con una apariencia ordenada y estética.
Se deben minimizar los codos y ángulos agudos, prefiriendo curvas amplias para reducir la resistencia al flujo.
En caso de interferencia durante la instalación:
Las tuberías de menor diámetro deben ceder paso a las de mayor diámetro.
Las tuberías de baja presión deben ceder a las de alta presión.
Las conexiones en líneas paralelas deben instalarse de forma escalonada para facilitar el montaje y desmontaje.
Para facilitar el desmontaje y la limpieza, se pueden incorporar racores desmontables o uniones rápidas, pero deben usarse con moderación para reducir el riesgo de fugas.
El diseño y montaje adecuados de la red de tuberías hidráulicas es esencial para garantizar la fiabilidad, seguridad y eficiencia del sistema.
Una disposición racional reduce las pérdidas de energía, mejora la accesibilidad para el mantenimiento y prolonga la vida útil de los componentes del sistema hidráulico.